Venecia ha sido, durante años, modelo, inspiración y obsesión pictórica de Vicente Peris. Su carácter de ciudad onírica sobre el agua, la dualidad del objeto real y su reflejo, la incógnita de la autenticidad, tras el velo de las máscaras de su carnaval, la fabulosa concentración de arte europeo de todos los tiempos durante siglos, en sus artistas músicos, museos y en su arquitectura, han construido un universo propio en la mente y la obra del pintor, asiduo visitante y residente en esta mágica ciudad.
Este universo personal se expresa, en esta colección, en una instalación de obra multidisciplinar de pintura, cerámica, escultura de lo cotidiano, máscaras de plata y reflejos, incapaz de contenerse en sólo una disciplina y en la limitada bidimensional de un cuadro.